¿QUE SON LAS HABILIDADES SOCIALES?

Hoy en día hemos escuchado el término habilidades sociales en distintos lugares y conversaciones. ¿Pero sabemos realmente de lo que estamos hablando? En este artículo intentaremos conocer un poco mejor este concepto y como nos puede ayudar en nuestra vida.

Las habilidades sociales son un conjunto de conductas que la persona va adquiriendo a lo largo de toda su vida. Esto implica que son habilidades que vamos aprendiendo y mejorando a medida que vamos creciendo, no vienen determinadas cuando nacemos, si no que se pueden adquirir y mejorar por medio de entrenamiento.

Las habilidades sociales son importantes porque el ser humano somos seres sociales por naturaleza, que necesitamos desenvolvernos en contextos sociales. Es decir, es muy probable que el ser humano no hubiera sobrevivido si no hubiera sido en sociedad. Por tanto,  tener dificultades en las habilidades sociales nos puede llevar a situaciones de rechazo con los demás, aislamiento e insatisfacción en la propia forma de actuar. Además, cuando la persona presenta estas carencias utiliza estrategias menos adaptativas para resolver problemas.  En cambio cuando aprendemos o entrenamos habilidades sociales nos llevan a relacionarnos de forma apropiada con otras personas, supone una mayor aceptación, mayor rendimiento académico,  mejora de la autoestima y en muchos casos se utiliza como estrategia de tratamiento, ya que aumenta la  posibilidad de superar determinados trastornos.

Entre las funciones que podemos encontrar en las habilidades sociales podemos destacar que actúan como reforzadores positivos en situaciones de interacción, mejoran las relaciones interpersonales, favorecen la disminución del estrés y ansiedad y mejora y mantiene la autoestima y autoconocimiento.

¿Pero cuáles serían estas habilidades realmente? Dentro de las habilidades sociales podemos encontrar diferentes clasificaciones. Podemos clasificar como habilidades básicas aquellas habilidades de comunicación como saber escuchar, iniciar/ mantener una conversación, formular preguntas, dar las gracias, presentarse, saber decir que no… y por otra parte como habilidades sociales complejas tendríamos la empatía (habilidad para comprender lo que piensan y sienten los demás), la asertividad (competencia para expresar lo que se piensa o siente de forma adaptativa)  y la inteligencia emocional (es fundamental para gestionar y expresar las emociones que sentimos ya sean agradables o desagradables) entre otras…

Pero no podemos seguir hablando de habilidades sociales sin mencionar la comunicación, elemento fundamental. No obstante podemos distinguir tres componentes:

  • Componente verbal: es el contenido del mensaje
  • Componente no verbal: es lo que se hace al tiempo que se expresa el mensaje (expresión facial, mirada, sonrisa, postura corporal, gestos, proximidad, apariencia personal)
  • Componente paralingüísticos: es como se dice el mensaje (el volumen, la fluidez y la velocidad)

Debemos tener estos componentes en cuenta, ya que se considera que en una conversación cara a cara el componente verbal transmite el 35% de la información y los componentes no verbales y paralingüísticos el 65% de la información.

Pero a la hora de  mantener una conversación ¿qué estilos de comunicación podemos tener? ¿Y cuáles de estos sería  el más adaptativo?

Estilo Pasivo/sumiso

Una persona se comporta de manera pasiva o sumisa cuando no es capaz de expresar sus sentimientos, opiniones, necesidades, deseos o derechos, o bien lo hace con escasa confianza y seguridad, lo que puede dar lugar a que se aprovechen de él o ella. Así, deja que los demás le manden y le digan lo que tiene que hacer, aunque estas peticiones sean abusivas.

Las personas con este estilo se sienten incomprendidos y manipulados, lo cual conduce a una baja autoestima, ansiedad y sentimientos de culpa.

Estilo Agresivo

En el otro extremo se encuentran las personas que son agresivas. Expresan sus deseos, sentimientos, necesidades, derechos y opiniones, pero de forma injusta, inapropiada y sin respetar los derechos de la otra persona.

Con este estilo se obtienen resultados positivos a corto plazo porque consiguen, inmediatamente, los objetivos planteados, pero también obtienen resultados negativos, ya que pierden el control y se tensionan excesivamente, lo que conduce a la aparición de conflictos con las otras personas y al rechazo de éstas.

Estilo Habilidoso/asertivo

En el punto medio encontramos a las personas que expresan sus opiniones, deseos, necesidad y sentimientos y defiende sus derechos sin ofender a los demás.  No se aprovechan de las personas, aunque tampoco deja que abusen de él/ ella. Ser hábil o asertivo supone comunicarse de manera correcta, educada, sincera y directa. Hablan con un volumen de voz ni muy bajo ni muy fuerte.  Miran a la cara de las personas cuando hablan o les hablan, aunque no fijamente, adoptan una postura natural, a veces sonríen y hacen gestos con la cara para corroborar lo que están diciendo.

Se sienten seguros y satisfechos consigo mismos, lo que conduce a una elevada autoestima, bienestar y felicidad.

Como ya hemos mencionado las habilidades sociales son una serie de conductas que podemos ir desarrollando en nuestra vida y nos van a ir proporcionando una serie de beneficios. Para todo ello el conocimiento y el entrenamiento en ellas va a ser una parte esencial para mantener unas relaciones sociales saludables.

Paula Luis Castelló
Psicóloga General Sanitaria

EXPOSICIÓN A LAS PANTALLAS Y A INTERNET

Actualmente, en pleno siglo 21, las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) son herramientas indispensables en nuestras vidas y nos proporcionan muchos beneficios. Gracias al uso de las tecnologías y de las pantallas hemos logrado seguir compartiendo con nuestros familiares y amigos en los momentos tan difíciles de pandemia que hemos vivido y nos hemos dado cuenta de lo útiles que pueden llegar a ser. Pero, desde este momento hemos incrementado el tiempo de uso de estas y las interacciones que teníamos de forma presencial, ahora muchas son a través de la pantalla.

El buen uso de Internet y las tecnologías tienen numerosas ventajas, pero cuando se realiza un abuso o un uso inadecuado de ellas, nos puede llevar a que surjan los inconvenientes. Las TIC tienen un alto atractivo sobre todo para los adolescentes, ya que se puede interactuar en todo momento con otras personas, se reciben respuestas inmediatas y se pueden hacer numerosas actividades. Por ello, hay un alto grado del uso en estas edades.

USO Y ABUSO

Es importante distinguir entre los dos conceptos nombrados anteriormente: USO y ABUSO.

  • USO: Es la utilización casi nunca continuada de la actividad y que se hace de tanto en tanto, se suspende su consumo cuando se quiere y no produce consecuencias negativas (problemas de salud, sociales, etc.)
  • ABUSO: Es la utilización continuada, voluntaria e inadecuada. No se ha perdido el control totalmente. Deteriora el funcionamiento personal o social, ya que puede provocar aislamiento, problemas de ansiedad, afectación de la autoestima, obesidad. Uno de los riesgos altamente importantes del abuso es la adicción.

El uso y abuso de las TIC y de internet se relaciona con variables psicosociales como es la vulnerabilidad psicológica de la persona, que depende de ciertas características de personalidad o estados emocionales y los factores ambientales, como pueden ser factores estresantes y el apoyo familiar y social.

ADICCIÓN

No todos los trastornos adictivos son iguales, pero si comparten ciertos aspectos comunes. La adicción se caracteriza por la pérdida de control y la dependencia y comparte algunas características con la adicción inducida por sustancias, como puede ser la tolerancia, el síndrome de abstinencia, los autoengaños y engaños a otras personas, abandono o pérdida de interés de otras actividades.

  • La tolerancia: se produce una disminución del efecto placentero por lo que aparece la necesidad de aumentar la duración, la intensidad y la frecuencia de la conducta adictivapara conseguir el mismo efecto que al principio.
  • El síndrome de abstinencia: aparece cuando no pueden realizar la conducta adictiva. Es un profundo malestar emocional.
  • Autoengaños y engaños a otras personas: “puedo dejarlo cuando quiera”, “no tengo problema, lo uso lo normal”, “llevo unos días sin conectarme”.

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN

La responsabilidad en el uso de las TIC es importante que se tenga presente, tanto por parte de los adolescentes, como por parte de los padres. Los padres y los educadores deben enseñar a sus hijos a limitar el uso de las tecnologías, a desarrollar estrategias alternativas para poder disminuir el tiempo que pasan ante las pantallas y realizar una correcta utilización de estas. Algunas de las estrategias para conseguir dichos objetivos son:

  • Decidir cuánto tiempo vas a jugar o te vas a conectar.
  • Planificar tu tiempo de estudio y tu tiempo libre.
  • Utilizar el móvil solo cuando sea necesario, no hablar por WhatsApp cuando vamos andando.
  • Priorizar hablar cara a cara con las personas que tienes al lado antes que por cualquier red social.
  • Realizar actividad física, actividades en la naturaleza y potenciar las actividades de ocio como el cine, visitas guiadas, …

Almudena Díaz Sánchez. Psicóloga General Sanitaria

¿QUÉ ES LA ATENCIÓN TEMPRANA?

Cuando hablamos de Atención Temprana nos referimos a un conjunto de intervenciones dirigidas tanto a niños (de entre 0 y 6 años) que presentan algún trastorno en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlo, como a su familia y a su entorno, y son llevadas a cabo por un equipo multidisciplinar (psicólogos, logopedas, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, etc.) de forma personalizada e individual.

Estas intervenciones tienen como objetivo principal dar respuesta lo antes posible a las necesidades transitorias o permanentes que presenta la población infantil mediante la aplicación de modelos de intervención con los siguientes principios:

  1. Se resalta la importancia de los intercambios socio – comunicativos del niño con su entorno.
  2. El niño es un aprendiz activo.
  3. Se enfatiza el aprendizaje en un contexto natural.
  4. Se recurre para la consecución de los objetivos actividades funcionales que tengan sentido para el niño y se inserten en las rutinas diarias.
  5. Los padres son agentes principales en la intervención.

De esta manera se pretende facilitar una adecuada maduración en todos los ámbitos y permitir alcanzar el máximo nivel de desarrollo personal e integración social introduciendo mecanismos necesarios de compensación, eliminación de barreras y adaptación de necesidades específicas para así reducir la aparición de posibles déficits secundarios asociados por un trastorno o situación de alto riesgo.

¿Qué se tiene en cuenta a la hora de recomendar y de intervenir de manera temprana?

Se estudia el desarrollo del niño/a en función de si su nivel de desarrollo en las diferentes esferas es el esperado o si, por el contrario, existen alteraciones en la motricidad gruesa, en el lenguaje, en lo relativo a la interacción social y otras que puedan requerir de necesidades educativas especiales. Igualmente, se interviene en aquellos casos en que, dándose alguna de estas u otras alteraciones madurativas, también existe riesgo de exclusión a nivel social, patologías como parálisis cerebral, autismo y otras alteraciones genéticas, muchas veces, relacionadas con un parto prematuro.

Como se sabe, los niños tienen un gran potencial de aprendizaje, porque se enriquecen de todo aquello que les estimula desde los diferentes sentidos y los niños con las necesidades de las que hablamos no son menos. Son capaces de recibir la estimulación que posibilite el aprendizaje de habilidades adaptativas, tomando como referencia sus cualidades y, a la larga, de fomentar el mayor grado posible de autonomía y de lograr la afirmación de su individualidad.

De manera obvia, el niño no nace con las capacidades que posteriormente adquiere, sino al igual que el resto de niños cuyo desarrollo se considera normativo es necesario intervenir no solo de manera individual mediante, por ejemplo, el juego, sino también involucrando a padres y madres, a su entorno e, incluso, a un nivel más social.

Para intervenir, se debe intentar conectar con el niño con una actividad o juego que le resulte atractivo y que pueda despertar su atención, y se le involucra en este de manera activa.

El carácter temprano de este tipo de intervención hace hincapié en la necesidad de que esta tenga lugar de la manera más precoz posible, es decir, reconociendo los primeros indicios y factores de riesgo que hagan pensar en la posibilidad de dar al niño una atención especializada y no esperar que lo haga solo con el tiempo, por ello se debe aprovechar desde un primer momento, la genuina plasticidad cerebral que se encuentra presente desde los 0 a los 6 años. Así, es necesario prevenir y educar sobre estas dificultades, y hacerlo siempre desde un punto de vista integrador, esperanzador y bajo la confianza de las potencialidades de cualquier niño.

Andrea Fontanet Psicóloga General Sanitaria

Patricia Martínez Psicóloga General Sanitaria

Carmen García Psicóloga General Sanitaria