¿Tu hijo/a es adicto a las nuevas tecnologías?

Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) nos facilitan la vida, pero también puede complicarnosla. En algunas circunstancias, que afectan sobre todo a adolescentes.

Los riesgos más importantes del abuso de las TIC son, además de la adicción, el acceso a contenidos inapropiados, el acoso o la pérdida de intimidad. Así, en las redes se puede acceder a contenidos pornográficos o violentos o transmitir mensajes racistas, ensalzadores a la anorexia, incitadores al suicidio o a la comisión de delitos. Asimismo existe el riesgo de crear una identidad falsa, que puede generar autoengaño o fantasía en el niño. Así, por ejemplo, se liga bastante virtualmente porque el adolescente se corta menos. Sin embargo, se facilita la confusión entre lo íntimo, lo privado y lo público y se fomentan conductas que deforman la realidad (por ejemplo, alardear del número de amigos agregados, creyendo que esos amigos reales).

Como prevenir la adicción

Para prevenir el uso excesivo o adictivo de las TIC se deben incorporar normas a la vida de cualquier niño.

  • Fijar un tiempo límite de uso.
  • Determinar qué se debe pasar el mismo tiempo jugando y estando con sus amigos o hermanos.
  • Insistir en que si necesitan el ordenador e Internet para realizar actividades escolares debe limitarse a que su uso sea sólo para eso.
  • Priorizar los momentos en familia antes que las TIC.
  • Permanecer junto a ellos mientras usan los dispositivos.

Y si todo ello no es suficiente, instalar el ordenador y demás tecnologías en el salón, donde siempre se le pueda vigilar.

¿Cómo saber si tenemos una adicción a las tecnologías?

  • Cuando el tiempo que debería usar para otras cosas lo utiliza en tecnologías.
  • Cuando abandona otros entretenimientos que solían ser divertidos para él, como jugar con los hermanos o sus amigos.
  • Cuando se retira de momentos familiares y amistades.
  • Cuando demanda el uso de las TIC mientras se come.
  • Cuando gasta mucho tiempo en Internet sin ningún propósito.
  • Cuando sus emociones se vuelven incontrolables al ponerle límites sobre su uso.
  • Cuando presenta ansiedad y cambios bruscos de estado de ánimo al separarle de ellas.

Lo que caracteriza a una adicción es la pérdida de control y la dependencia. Todas las conductas adictivas están controladas al inicio por reforzadores positivos (el placer de  la conducta en sí), pero terminan por ser controladas por reforzadores negativos (el alivio de la tensión emocional).  Es decir, una persona normal puede hablar por el móvil o conectarse a Internet por el placer de la conducta en sí misma; una persona adicta, por el contrario, lo hace buscando el alivio del malestar emocional (aburrimiento, soledad, ira, nerviosismo, etcétera).

Cuando hay una dependencia, los comportamientos adictivos se vuelven automáticos, emocionalmente activados y con poco control cognitivo sobre la decisión. Por ello, el abuso de las redes sociales virtuales puede facilitar el aislamiento, el bajo rendimiento, el desinterés por otros temas, los trastornos de conducta y el quebranto económico (los videojuegos), así como el sedentarismo y la obesidad.

Consejos para la deshabituación

  1. Los padres deben ser un modelo de uso responsable: Para dar ejemplo es necesario que los padres también dejen o rebajen considerablemente el uso de las TIC. Hay que establecer límites el tiempo y usarlo para otras actividades.
  2. Designar un “tiempo” para compartir con el niño. Una de las nuevas reglas es diferenciar cuándo se le permite y cuándo no se le permite el uso de estos dispositivos. Sustituiremos utilizar las TIC, pasando tiempo con nuestros hijos.
  3. Buscar  alternativas junto a él. Ofreceremos a nuestros hijos que realicen una lista de osas que les guste hacer. Con la condición de que no puede incluir nada de tecnología. Se pueden poner en práctica en el “tiempo designado para estar con él” cada vez que sea posible.
  4. Hacer la transición poco a poco de las nuevas tecnologías a otras alternativas. Un niño adicto a las TIC necesitará desconectarse progresivamente. Si se le elimina bruscamente, aumentará la ansiedad infantil en vez de mejorarla. Reduciremos el tiempo poco a poco.
  5. Buscar ayuda profesional si es necesaria. Si la situación se ha vuelto incontrolable, no hay buena comunicación entre padres/madres e hijos y la ansiedad es muy alta, lo mejor es buscar un profesional en psicología que le ayude a averiguar cuál es la raíz del problema y cómo se puede resolver.

Judiht López Psicóloga Sanitaria CV 14476

¿Soy adicto al alcohol?

Alcohol: Signos de Abuso de Alcohol y Adicción

Con frecuencia la gente que se encuentra bajo la influencia del alcohol puede:

  • Reír y hablar en voz alta
  • Sentirse mareada
  • Tener visión borrosa
  • Tener problemas para mantenerse de pie y balancearse cuando caminan
  • Hablar con insultos
  • Sentirse soñoliento y relajado
  • Desmayarse
  • Sentirse con ganas de vomitar
  • Agresivo e inclusive violento

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